A partir de este 28 de junio, está abierta al público la exposición de joyas de arte de la colección del Museo del Prado de Madrid, titulada “De Tiziano a Goya”, inaugurada por el presidente chino, Hu Jintao, y el rey de Espa?a, Juan Carlos I, de visita oficial en el país, quienes antes de esa apertura recorrieron el Museo de Bellas Artes de China.
La muestra, que es una de las actividades más importantes del “A?o de Espa?a en China”, permitirá conocer 52 obras valiosas del afamado museo madrile?o, entre las que aparecen retratos, temas religiosos, históricos, leyendas, fábulas, naturaleza y paisajes de pintores que van desde Tiziano Vecellio di Gregorio, uno de los principales representantes del movimiento renacentista de la escuela pictórica veneciana del siglo XVI, hasta Francisco de Goya, el más universal pintor tradicional de Espa?a durante el siglo XVIII.
El Museo del Prado inició su construcción en 1785 y 20 a?os después, aún sin terminar, sufrió graves da?os como consecuencia de la invasión francesa de Napoleón Bonaparte. En 1814 el rey Fernando VII ordenó su reconstrucción y cuatro a?os más tarde, en 1819, abrió como “Museo Real del Prado”.
Su patrimonio fue enriquecido continuamente con las colecciones de la Casa Real, a las que se sumaron algunas donaciones privadas. Sin embargo no abrió realmente al público hasta 1868, a?o en que sucedió la revolución y el museo fue incautado por el Estado.
Desde el siglo XIX, el Gobierno espa?ol comenzó a elaborar leyes para recaudar las pinturas importantes coleccionadas en las localidades y conventos y otras joyas. Numerosas obras clásicas que pasaron a enriquecer la colección del museo provinieron en su mayoría de la Familia Real y los monasterios de diversas regiones del país.
En la historia de colección de la Casa Real espa?ola, Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, fue un aficionado a las bellas artes italianas. Invitó a Tiziano Vecellio a que pintara para él y compró un gran número de las obras de éste y otros pintores de la escuela pictórica veneciana.
Felipe IV, nieto de Carlos, fue el mayor coleccionista de Espa?a y sentó las bases de los artículos artísticos coleccionados de su Familia Real. Aprovechó la revolución británica para comprar las joyas de la Familia Real de ese país que estaban en fuga, contrató a Velázquez como pintor de la Corte, envió a pintores sobresalientes a buscar y adquirir pinturas famosas en Italia, estableció relaciones estrechas con el célebre maestro Peter Paul Rubens y dise?ó un plan para crear una galería en Madrid.
Las colecciones de la Familia Real espa?ola se transmitieron en forma legal a su país, por medio de la elaboración encargada, compra, regalos y patrimonios. A Felipe II le gustó mucho la pintura “Altar de Sacrificios”, llamada también “Cordero de Dios”, creada por los hermanos Hubert y Jan van Eyck, de Flanders, en el siglo XV, en la Catedral de Saint Bavon en Ghent. Aunque Flanders quedaba bajo pleno dominio de Espa?a, el entonces rey, en vez de ordenar que llevaran esta pintura a su país, encargó a un pintor reproducirla y la colgó en su parroquia. Por lo tanto, las colecciones del Mueso del Prado son diferentes a las de otras instituciones similares importantes del mundo.
Como un museo nacional de bellas artes, el Prado es digno de alabar por su colección de obras de los pintores nacionales. De entre más de 30.000 cuadros, los espa?oles ocupan un tercio.
La pintura espa?ola tuvo contacto con la escuela de Flanders en las postrimerías del siglo XV y entró en su apogeo luego de ser influenciada por la escuela veneciana y el realismo de Caravaggio. Podemos percibir sus rasgos de desarrollo desde las piezas de José de Ribera, Zurbarán y B. E. Murillo. Las colecciones de tres genios espa?oles, El Greco, Velázquez y Goya, en el Museo del Prado, son de las mejores del mundo, tanto por su calidad como por su cantidad.
El griego, El Greco, fue el primer pintor maestro del Renacimiento de Espa?a. Cambió la forma tradicional de la pintura espa?ola del medievo con su genio artístico y misterio religioso, cuyo encanto conmueve fuertemente todavía hoy a la gente.
Velázquez fue el gran maestro pictórico del siglo VXII, con 50 creaciones que se atesoran en el Prado. Según historiadores de la plástica, las pinturas de su período maduro convirtieron los óleos de su estilo clásico al moderno y por ello ganó en el siglo XIX la reputación de “pintor de los pintores” entre sus colegas de la escuela impresionista.
Goya, que vivió en el siglo XVIII, dejó más de dos mil pinturas, incluidos 600 retratos. Asumió el cargo de primer pintor de la Corte espa?ola, mientras guardaba el espíritu crítico liberal y la idea sobre la vida del pueblo. Entre sus varias decenas de obras, el “Quitasol” atraería posiblemente la vista de los visitantes.
El Museo del Prado conserva también gran cantidad de obras maestras de pintores prestigiosos europeos desde el Renacimiento, como Fra Angélico, Sandro Botticelli, Raffelo Santi y Tiziano Vecellio, de Italia, Rembrandt, de Holanda, Albrecht Durer, Hans Holbein y Anton Raphael Mengs, de Alemania, y Nicolas Poussin y Georges de la Tour, de Francia.
Personal del círculo concerniente espa?ol manifestó con orgullo: “Si quieres conocer bien a Tiziano, Bosch y Rubens, ven a Espa?a. Es preciso sólo visitar el Prado para valorar correctamente las grandes pinturas espa?olas”.
El Museo del Prado no solamente define su estatus entre los museos artísticos del mundo con sus colecciones ricas y particulares, sino que también ofrece a artistas de nivel mundial de su nación un salón donde mostrar a gusto su elegancia.
(28/06/2007, hey-genius.com)
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