El Tíbet tiene ricos y espléndidos recursos turísticos. Desde un punto de vista geomorfológico, el Tíbet está compuesto por las zonas de monta?as altas de los Himalayas, las de lagos y valles de mesetas del sur, las de lagos y valles del norte y las de ca?ones de monta?as altas del este, con vistas tridimensionales majestuosas desde estepas, tierras húmedas, prados, lagos, cuencas, bosques inmensos hasta glaciares, montes nevados y calor terrestre. En la región autónoma hay más de 50 picos superiores a 7.000 m y 5 superiores a 8.000 m. El Monte Qomolangma, el primero del mundo, se yergue en el cima más alto de la Tierra, conocido como el “tercer polo” del globo y el nacimiento de los cuatro ríos importantes de Asia. El Tíbet cuenta también con tres lagos con un área superior a mil kilómetros cada uno, situándose en el primer lugar en cuanto a la tasa de lagos; su superficie de bosques y reservas de madera en pie ocupan el quinto y el primer sitio del país, respectivamente, y la cobertura forestal es de 9,8% gracias a sus abundantes recursos boscosos.
En el Tíbet hay tres reservas naturales de nivel mundial, a saber, la del Monte Qomolangma, la de Changtang del norte, la de Gran Ca?ón del Yarlung Zangbo en el sudeste; una zona pintoresca y de valor histórico de nivel estatal, la de Yalong; las zonas de paisaje natural incluidas en las monta?as nevadas con los Himalayas como principal, las praderas de Changtang en el norte, los bosques y ca?ones del sudeste, las monta?as divinas y los lagos sagrados de Ngari. Los tipos de lagos se dividen en los de monta?as nevadas de la meseta representados por la monta?a divina y el lago sagrado, los de estepas representados por el lago Nam Co y los de bosques de la meseta representados por el lago Baxum.
La larga historia del Tíbet concibe ricas connotaciones culturales de la “meseta nevada”, razón por la que los maravillosos recursos de turismo humanista se han convertido en el interés más brillante del sector local. Hoy en día, la región cuenta con más de 1.600 monasterios bien protegidos y administrados donde se conservan numerosas reliquias y libros clásicos de gran valor tanto para la contemplación como para los estudios, y cinco áreas que destacan diversas costumbres y hábitos folklóricos de forma sencilla. Estas incluyen el centro cultural de política, economía, religión e historia de la etnia tibetana cuyos representantes son el Palacio Potala y el Monasterio Jokhang; la cuna de la cultura tibetana representada por el Palacio Yunbulhakang, el Monasterio Sagya, el Monasterio Changzhub y las Tumbas de Reyes Tibetanos en la prefectura de Shannan; el área de cultura religiosa del Tíbet posterior donde realzan el Monasterio Tashilhungpo y el Sagya en Xigaze; los vestigios históricos con las Ruinas del Reino de Guge como principal en el noroeste; y la Ruta Antigua del Té y el Caballo de Kangqu en Qamdo.
La región autónoma posee además dos reliquias culturales de nivel mundial como el Palacio Potala y el Monasterio Jokhang, tres ciudades históricas prestigiosas como Lhasa, Xigaze y Gyangze, cinco zonas (sitios) de interés de categoría 4 A como el Palacio Potala, el Monasterio Jokhang, el Norbu Lingka, el Museo del Tíbet y el Lago Basum, una ciudad de turismo excelente que es Lhasa, y 64 entidades de reliquias culturales prioritarias bajo protección regional y 20 bajo protección distrital (municipal). Se ha abierto la zona de “triángulo dorado” con visitas histórica, religiosa y cultural siguiendo la línea Lhasa-Xigaze-Gyangze. Se planea alargar esta línea hasta Ngari del norte y la parte suroriental del Tíbet.
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