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“Que los ciudadanos puedan disfrutar comiendo de la carne de jabalí al igual que la carne de cerdo” es el deseo común del matrimonio formado entre Tang Weijun y Huang Heqing de Chongqing. Después de tardar medio a?o en investigar el mercado de la carne de jabalí, los dos jóvenes decidieron abandonar la vida de oficinistas y se convirtieron en porqueros, utilizando un yermo de 200 Mu para su vivero.
Tang Weijun, quien se graduó hace 3 a?os de la Facultad de Ciencias Informáticas de la Universidad de Chongqing, trabajó sucesivamente para varias empresas grandes como especialista de IT (Tecnología de Informática). Su esposa, Huang Heqing, fue a Shenzhen y entró en la industria de productos químicos. Empezó desde vendedora hasta llegar a ser la directora de ventas, y al mismo tiempo fue agente de otras dos marcas en la ciudad de Hangzhou. Según reveló Tang, después de varios a?os, los dos consiguieron unos ingresos de 200 mil yuanes. Con la intención de elegir el campo ideal para iniciar su propio negocio, Tang recorrió muchas ciudades y valoró al menos cincuenta proyectos. Al final, después de realizar una serie de investigaciones en el mercado, decidieron por la trata de jabalíes.
Tang a?adió que en un principio no obtuvieron la aprobación de sus familiares. Muchos de sus amigos dudaban del negocio e incluso lo consideraban como algo ridículo. Sin embargo, el matrimonio pidió prestado otros 300 mil yuanes y, tras soportar mucha presión, pusieron el proyecto en marcha.
A partir de que se trasladaron a vivir a la monta?a, su vida cambió radicalmente. “Aquí estamos solos. Los únicos que nos acompa?a son los jabalíes y pájaros del bosque. Sería una pretensión ir de compras, comer en los restaurantes o ir a cantar en el karaoke; todo lo que antes formaba parte de nuestras vidas”, exclamó Tang.
Según manifestó, aparte de controlar los costes, también hicieron planificaciones de metas a corto y largo plazo, incluyendo la extensión del vivero, el registro de marca, el procesamiento de la carne, la ampliación del mercado y la prevención y el tratamiento bajo posibles situaciones epidémicas. Una vez se extienda el vivero, además del jabalí también se mantendrán otras especies preciosas como el faisán, el pato salvaje, la liebre y el ciervo sika. Se aprovecharán los estiércoles como fertilizante orgánico para la plantación de verduras en invernadero y se desarrollará el turismo ecológico. En un futuro no muy lejano, convertirán el lugar en una zona de entretenimiento general, compuesto por un vivero de animal silvestre, un jardín de productos agrícolas, una zona de cultura agrícola, una zona de recolección, así como un restaurante ecológico y un hotel campestre.